En la entrada de hoy os queríamos hablar sobre una noticia que nos ha impresionado mucho, acerca de cómo día a día evoluciona la tecnología. En concreto esta nos ha llamado la atención en especial ya que los dos queremos estudiar algo relacionado con la salud, y nos gusta mucho investigar sobre estas cosas.
Trata sobre un nuevo diseño de tirita, capaz de reducir el tiempo de cura de 12 a 3 días. Una tirita no es mas que un pedazo de gasa pegado a un adhesivo y aun así lleva cien años sin evolucionar. Pero ahora parece que las cosas van a cambiar. Un equipo de investigadores de la Universidad de Winsconsin (EEUU) ha presentado un prototipo de nanogeneradores que podría revolucionar su historia.
La que conocemos hasta ahora la inventó Earle Dickson, un empleado de Johnson & Johnson, para cubrir los cortes y quemaduras sin necesidad de un aparatoroso bendaje. La tirita del futuro es similar, al menos en lo que a su aspecto respecta: es una banda pequeña, flexible e igual de fácil de usar que las tradicionales. La diferencia está en que funciona aplicando energía a la herida para que se cierre más rápido, una técnica que lleva años estudiandose.
La nueva banda tiene unos electrodos conectados a unos nanogeneradores que se colocan alrededor del pecho de la persona para recolectar la energía que se produce al respirar y enviarla a la banda. "Funciona de forma similar a como el cuerpo genera un campo magnético", explica Xudong Wang, uno de los miembros del equipo de la Universidad de Wisconsin.
El prototipo se ha probado en ratones heridos, que fueron divididos en dos grupos. En el primero, el de control, se usaron tiritas tradicionales; y en el segundo, las nuevas. Los resultados mostraron que la nueva tecnología es capaz de reducir el tiempo de recuperación de 12 días a tres.
Ahora toca probarlo en humanos y después, si todo funciona igual de bien como en los roedores, comercializarlo.
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